domingo, 13 de febrero de 2011

Extrato de la novela relatos parafilicos


Afuera llueve intensamente, los rayos caen, su ruido silencia los gritos de Esteban el cual esta encadenado mientras es flagelado cruelmente por Alicia, ella disfruta con cada latigazo infringido  en la ancha y robusta espalda de su amante, Alicia se excita al ver como se retuerce de dolor al ver los gestos en su rostro es implacable con cada azote.
Se detiene por un momento, se dirige hacia Esteban. Se coloca delante de él, le lame la cara y lo besa.
Alicia:— ¡mi rey!, ¿Quién es tu perra?, ¡anda dímelo!, perro asqueroso.
Esteban:— ¡eres tu mi reina!, solo tu, dame mas duro no tengas piedad de mi por favor.
— Alicia le da unas fuertes palmadas en el fuerte de trasero de Esteban, Alicia le vuelve a lamer el rostro sudoroso  de su esclavo, Alicia aprieta fuertemente el miembro viril de Esteban, este se retuerce de placer, ella se ríe, se agacha. Empieza a destrozar sin piedad  alguna el balano de su musculoso sirviente sexual.
Alicia:— ¡vas a experimentar!, lo que es el verdadero placer. Me tomare todo tu semen y hare de tus testículos la morada de mi boca, ¡prepárate! Porque jamás olvidaras esta noche.
Esteban:— ¡si castígame!, ¡siiii!, ¡por dios!, ¡hazme tuyo!, ¡por dios!, ¡así  es perra!, comételo todo, así es comételo todo no dejes nada afuera .
Alicia.— ¡voy a destrozar tu pene sin piedad alguna!, ¡disfrútalo!.
— Alicia introduce su dedo índice en el ósculo de Esteban, sus glúteos se resisten pero el placer es tal que sede por completo ante las manos voraces de su dueña, al sentir el devorador dentro de su ser Esteban no resiste se retuerce por completo, las cadenas son estremecidas por los fuertes movimientos que hace Esteban para escapar. Esteban quiere más.
Esteban:— Alicia méteme el mango del látigo ten piedad de mi, ¡hazlo!.
— Alicia toma el látigo del suelo y sin vacilar se lo introduce en el recto, al sentirlo dentro de si Esteban le pide Alicia que lo penetre fuertemente, mientras ella devora con sus labios el pene de su amado mueve rápidamente el mango.  
Esteban:— ¡toma de mi!, eres la mujer que siempre he deseado, toma de mi ya estoy a punto de llegar toma.
Alicia:— ya veras mi rey que hare con el.
Esteban derrama en la boca de Alicia su semen .
— Alicia bebe sin piedad alguna el semen de Esteban.

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