sábado, 26 de octubre de 2013



LOS SECRETOS DE LA VILLA

Es cerca de le media noche, Tiburcia se levanta sigilosamente para no despertar a su esposo.
El frió del mes de octubre hace mella en sus huesos cincuentenarios, tose levemente, en ese momento su esposo se mueve en la cama, ella se asusta,  se voltea a ver y al cabo de unos cuantos segundos su marido continua roncando, es una falsa alarma. 

Tiburcia camina lentamente hacia el granero detrás de su patio en las afueras del poblado de la Villa, abre lentamente la puerta mientras su fiel perro llamado gorgio le lame los pies.

Ella enciende una lampara de mano en ese momento todo queda en silencio por unos cuantos segundos, ella respira profundamente, y empieza a invocar.

Tiburcia: --- !amado señor de la noche¡,  yo tu sierva te llama para que acudas a mi salvación  esta mujer mortal que desea ser tuya solamente tuya, hazte presente hijo de !SATANÁS¡, hazte presente hijo de !SATANÁS¡, hazte presente hijo de !SATANÁS¡.

La puerta se abre de par en par, se oye el aullido de los perros desesperados, el cantar de la lechuza, las gallinas cacarean, empieza a llover, en en ese momento entra un perro de color negro, Tiburcia queda perpleja al ver la imagen del hijo del diablo, este se sienta, y la observa con sus ojos de color amarillo, el corazón de la mujer se acelera no da crédito a lo que ve. El ser diabólico empieza hablar.

Me has invocado mujer, ¿que quieres de mi?, ¿tienes idea del precio a pagar por llamarme?,¿sabes quien soy yo?. ------Tiburcia se arrodilla y le dice.

Tiburcia:---- mi amado señor, quiero ser tu esclava, es lo que mas deseo, quiero ser tuya hasta después de la muerte, me atreví a llamarlo es porque deseo que el marido de mi hermana sea mio, si mi señor siempre desee que el fuera mio, lo deseo con toda mi alma, quiero ser su amante, deseo que el me devore y que me ame solamente a mi.

El ser le dice--- tendrás que darme a uno de tus hijos como ofrenda, y debes ser mi mujer. 
Ella acepta el trato y se desnuda para cerrarlo.


martes, 22 de octubre de 2013

Al mismo tiempo
En el tétrico lugar en que fueron enterrados Kathie y Bruno.
La luz de la luna da un aspecto fantasmal al lugar donde fueron enterrados Kathie y Bruno, una ligera neblina aparece de la nada envolviendo cada centímetro de aquel pequeño sector del espeluznante cementerio improvisado, el canto de los búhos es el único sonido que retumba por todas partes. Una repentina ráfaga de viento se adueña del lugar, todo queda en silencio, por unos cuantos minutos. De entre las sombras aparecen dibujadas escondidas entre los árboles, las figuras fantasmales de niños y jóvenes que se acercan como un ejército a la morada de descanso de Bruno, son las almas de los asesinados por Valentino que se han levantado de sus tumbas, para pedir justicia, los espíritus atormentados se han reunido alrededor de la fosa de Bruno.
Voces: — ¡Despierta, Bruno!, toma venganza por nosotros, ¡mátalo!, ¡mátalo!, por culpa de él estamos en el infierno, tú lo juraste antes de morir, tienes que cumplir con tu palabra, hijo de Basututu, ¡tú lo juraste!, debes vengarte, ¡mata a Valentino!, él nos asesinó y nos condenó a esta prisión, robó nuestras vidas, ¡mátalo, hijo del demonio!, levántate.
El suelo que servía de fosa para el cuerpo de Bruno empieza a moverse lentamente, los murmullos avivan cada parte del cuerpo sin vida de Bruno, y su alma logra salir del infierno para tomar venganza. Se levanta, y mira a su alrededor, sus ojos son de un color amarillo espectral, los ve a todos y les dice.
Bruno: — Vengaré sus muertes al igual que la mía, yo mismo lo conduciré a él al infierno.

Empieza a caminar rumbo a la mansión morichal y las almas lo acompañan.