martes, 8 de marzo de 2011

Extracto de la novela, La Meretriz del mal


En la biblioteca de la mansión de Sofía
Mientras tomo  su taza de te, Sofía mira las menudas gotas del llanto del cielo que se envuelven en las pinceladas que da la madre de la noche al guardián de las estrellas.
Su maldad solo es comparable por su insaciable sed de sexo, cuanto anhela ser poseída por uno de sus señores una vez mas, no soporta la idea de pasar una sola noche sin sentir la fuerza descomunal de aquellos cuerpos que devoran sus entrañas. Moja sus labios con sus labios y hace llamar a dos de sus   siervos.
Minutos después
Ambos entran. El mayor de los dos es un  apuesto joven de aproximadamente  dieciocho años este se arrodilla ante su señora entre tanto el mas joven le hace una reverencia. Sofía se sonríe al ver la soberbia de su esclavo. Sofía le ordena al mayor que se desnude.  Ambos jóvenes se miran y sin renegar este la obedece.
Lentamente se quita la ropa, mostrando en cada movimiento aquellas siluetas masculinas que despiertan la más voraz de las lujurias en una mujer. Sofía respira profundamente mientras el otro solo observa.
Ha       quedado completamente desnudo. Sofía le indica que se acerque, este sin vacilar lo hace, ella lo besa en su boca y es correspondida por su criado, aquellos besos son tan apasionados que hacen sucumbir hasta el mas puro de los pensamientos, al ver la escena el jovenzuelo siente en su cuerpo una extraña sensación jamás antes experimentada, observa como su hermano arranca las ropas de su señora sin piedad alguna mientras es devorada a besos por su hermano, su virginal falo empieza a despertar y a sentir una nueva sensación, la misma le gusta y aquella mente inocente esta siento corrompida por cada beso y cada caricia
Sofía  sin pensarlo dos veces empieza a devorar sin piedad alguna aquel enorme balano, lo disfruta tanto que pierde la razón por completo , voltea a ver al mas joven, ella sabe perfectamente que el mismo esta a punto de perder su virginidad, esta idea la excita aun mas.
 No perdona rincón alguno del cuerpo de su amante, este es sodomizado por los labios de su señora y se rinde a sus mas bajos instintos, Sofía empieza a morder los fuertes y redondos glúteos de él, este no resiste la sensación de placer y se rinde a su ama, ella aprovecha e introduce su lengua para profanar el ano de su amado.
Este se retuerce de placer entre tanto su hermano acaricia su pene con su mano.
Sofía:— ¡ahora veras!, de que estoy hecha, yo soy una mujer capaz de doblegar a cualquier hombre y no serás tu la excepción, disfruta este momento .
— el esclavo le responde. — ¡señora haga conmigo lo que usted  desee, usted es mi dueña, mi señora, mi ama, yo le vendo mi alma por completo, hágalo no tenga piedad de mi!.
Sofía:— ¡claro que no tendré piedad de ti, ahora prepárate!.
— Ella golpea con sus manos los glúteos del joven entre tanto el adolecente se ha desnudado y empieza a masturbarse, la despiadada mujer al ver el cuerpo virginal del joven lo llama. Este se acerca, esta sin pensarlo devora el falo virginal mientras con sus dedos profana el ano de su criado. 

jueves, 3 de marzo de 2011

Extracto de la novela, La Meretriz de la Oscuridad


En la casa de Sofia.

  Sofía yace tendida en su cama completamente desnuda, la luz de la lámpara de mano revela las mas crueles curvas que han despojado de toda razón al señor de la oscuridad. Pasa su dedo por sus  exquisitos labios expresando el inmenso deseo de ser poseída por su amo.
Todo queda en silencio, la ventana se abre lentamente. Sofía se sonríe mientras su dueño entra. Ella se levanta  y este se quita su ropa, Sofía se acerca y empieza a oler el exquisito aroma de su amante, un perfume con esencias a tierra mojada y a flores. Sofía deja de ser la sumisa amante para convertirse en la devoradora del cuerpo de su esclavo, para ella sentirse la dueña de todo aquel cuerpo adónico la vuelve completamente loca perdiendo la razón. Lame la piel de su despiadado aliado . 
El pierde la razón por completo, no sabe como poder escapar de aquel hechizo de esta despiadada bruja , el se queja de placer  y es transportado a una dimensión  totalmente desconocida para el amo de la lujuria. Ese es el secreto de ella, es capaz de llevar a sus amantes a lugares inhóspitos para aquellos que se atrevan a ser parte de su harem.
Sofía:— ¡te voy a llevar!, al lugar que jamás una mujer te ha llevado, así experimentaras el verdadero placer que solo una verdadera mujer sabe dar a sus hombres, recuerda eres solo mío y solo serás mío y de nadie mas, tu cuerpo me pertenece.
— el se encuentra totalmente perdido al sentir como su balano es devorado por  Sofía, ella es implacable con sus testículos y este se rinde ante el poder de su ama.
—¡Si yo soy tu esclavo!, yo seré tuyo por toda la eternidad porque eres la única que me haces sentir el verdadero placer, sigue y hazme tuyo porque no deseo ser de nadie mas, me tienes loco, solo tu me comprendes, continua, no eres solo una amante eres la mujer que me lleva a conocer mis mas bajos instintos continua.
— Sofía deja de destrozar el glande de su amante para mirarlo por unos cuantos segundos.
Sofía:— ¡yo soy tu perra!, tu dueña, y harás lo que yo diga mi esclavo porque yo soy la única que te hará sentir lo que eres realmente.