Al mismo
tiempo
En el
tétrico lugar en que fueron enterrados Kathie y Bruno.
La luz de
la luna da un aspecto fantasmal al lugar donde fueron enterrados Kathie y Bruno,
una ligera neblina aparece de la nada envolviendo cada centímetro de aquel
pequeño sector del espeluznante cementerio improvisado, el canto de los búhos
es el único sonido que retumba por todas partes. Una repentina ráfaga de viento
se adueña del lugar, todo queda en silencio, por unos cuantos minutos. De entre
las sombras aparecen dibujadas escondidas entre los árboles, las figuras
fantasmales de niños y jóvenes que se acercan como un ejército a la morada de
descanso de Bruno, son las almas de los asesinados por Valentino que se han
levantado de sus tumbas, para pedir justicia, los espíritus atormentados se han
reunido alrededor de la fosa de Bruno.
Voces: — ¡Despierta, Bruno!, toma venganza por
nosotros, ¡mátalo!, ¡mátalo!, por culpa de él estamos en el infierno, tú lo
juraste antes de morir, tienes que cumplir con tu palabra, hijo de Basututu,
¡tú lo juraste!, debes vengarte, ¡mata a Valentino!, él nos asesinó y nos
condenó a esta prisión, robó nuestras vidas, ¡mátalo, hijo del demonio!,
levántate.
El suelo
que servía de fosa para el cuerpo de Bruno empieza a moverse lentamente, los
murmullos avivan cada parte del cuerpo sin vida de Bruno, y su alma logra salir
del infierno para tomar venganza. Se levanta, y mira a su alrededor, sus ojos
son de un color amarillo espectral, los ve a todos y les dice.
Bruno: — Vengaré sus muertes al igual que la
mía, yo mismo lo conduciré a él al infierno.
Empieza a
caminar rumbo a la mansión morichal y las almas lo acompañan.
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