sábado, 12 de febrero de 2011

Extracto Entre les ombre


Entre tanto, un carruaje ha llegado a la ciudad de Paris.
                La lluvia es cada vez mas intensa. Dentro del carruaje  se encuentra Baal Zebul..
Un poco mas tarde, en un orfanatorio de la ciudad de Paris.
                La lluvia cae intensamente. La despiadada Claude, cuenta el dinero obtenido de la venta de niños, se sonríe, para ella es un negocio jugoso, venderlos a las demás. La lluvia ha empezado a caer.  Se levanta de silla, toma la lámpara de mano, dirigiéndose al dormitorio de los niños.
Pasados algunos minutos
                Abre la puerta, las criaturas duermen, da unos cuantos pasos, se decide sentar en una cama en donde están dos niños varones, los mira, atentamente, acaricia con su áspera mano el rostro de los ángeles, la lujuria la poseído, no se siente conforme con solo tocar el rostro acaricia el tierno cuerpo de los infantes, se deleita con sentir la ternura de su piel, moja sus resecos labios con su lengua, desea poseerlos una vez mas antes de venderlo, oye un ruido. Camina hacia donde se origino el sonido, sus pasos son lentos y fuertes, no tiene temor alguno.
Claude:— ¿Quién se atreve a entrar a mi casa?, no sabe lo que le espera.
                Claude esta al principio de un largo pasillo, llueve mas fuerte , los relámpagos alumbran la casa como si fuera de día, no ve nada.
Claude:— debe ser mi imaginación.
                Un relámpago la deja ciega por unos cuantos segundos, al recuperar la vista, visualiza la figura de un niño.
Claude: — ¡te he dicho mil veces, que no salgas de tu habitación, ahora tendré que darte un castigo ejemplar!.
                Claude, lo toma de su brazo, pero este la somete con su fuerza arrodillándola.la tumba al suelo, Claude grita.
Claude:— ¡suéltame, suéltame!, ¡déjame en paz!.
                Los gritos de Claude son consumidos por el fuerte ruido de la lluvia, La bestia la lanza a través de la ventana. Cayendo al suelo quedando inconsciente por unos cuantos minutos.
Pasados algunos minutos.
                La lluvia cae sobre ella  despertándola de  su desmayo, trata de incorporarse del suelo, todo le da vuelta, no entiende nada, al levantar su rostro, el reflejo de los rayos, revelan los ojos malignos de la bestia.
Claude :— ¿Quién demonios eres?.
La bestia:— soy tu verdugo, perra infeliz.
                La bestia le arremete un golpe en su cara, quedando esta inconsciente, mientras empieza a tomar de su sangre.

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